lunes, 27 de enero de 2014

Políticamente Incorrecta

Cuando vos estás en los cincuenta largos, se te da con facilidad la idea de empezar de una vez por todas a pasarla bien, tranquila, sin sobresaltos, light. Sobre esa base, arrancás a ser hogar de tránsito y asi todo va fluyendo casi te diría, con dulzura.

A medida que pasa el tiempo vas conociendo gente hermosa, principalmente jóvenes mujeres protectoras que dan todo de sí por cada uno de sus rescatados, a quienes ayudás feliz , de quienes agradecés la responsabilidad, la solidaridad, la gentileza. Creo que el hecho de ser ya de otra generación, las lleva a ser particularmente gentiles conmigo, y hasta puedo sentir que me cuidan a mi también.

Tránsitos organizados, tranquilos, cómodos. Todo fluye...
Un viaje de rutina

Y entonces irrumpe Silvina.

Qué te puedo decir de esta muchacha...mi "castradora serial"...Te puedo decir que básicamente es una persona políticamente incorrecta. Ella no llega, ella irrumpe.

Es como un torbellino. Tiene rescatados por todos lados, tiene castraciones que hacer todos los días, anda en un auto siempre lleno de hocicos húmedos, se pierde los sábados en la esquina de las adopciones . Rescata, cura, lleva, trae, castra, vacuna. El torbellino no para. Y más vale que te agarre bien parada, sino te podés meter en problemas.

He visto en muchas por no decir en todas, esa pasión por rescatar a los bichos en apuros, de hecho sin esa pasión no podrían hacer nada. Pero ocurre que Silvina le agrega tal energía  que por ahí se pasa de mambo y es cuando surge la "políticamente incorrecta". Yo cariñosamente le digo "No seas tan picuda" y ella siempre sonríe. Pero "Bueno", pensará, "tampoco es que le puedo caer bien a todo el mundo..."

Celeste y Rober fueron mis primeros tránsitos de Silvina. Con Celeste nos conocimos, y me cayó bien desde que hablé con ella la primera vez. Ella no se oculta, la energía se la percibís de solo verla en acción con sus perrucos amados. Rober me cayó como peludo de regalo, lo había encontrado en el centro deambulando perdido y asustado...cómo no lo iba a rescatar. Después la señora fué por más, y arrancamos con los tránsitos de post operatorios. Uno o dos días para cada perrito que castraba Silvio, que casualmente tiene su vete cerca de mi casa.

Bebé haciendo una siestita
Pero Silvina no presiona. Al menos no a mi. Ella te trasmite su energía con total honestidad y espera a saber si te bancás o no el torbellino. Si vos querés descansar, ella te espera. Pero si decís "traelo", ella no se hace rogar. Se enrosca de tantos casos que tiene al mismo tiempo y te cuenta para que te prendas y le ayudes a desentrañar la maraña de adopciones y tránsitos del día. Si ésto la estresa, no se le nota, ella siempre está de buen humor.

Es exigente con sus adopciones. Más que responsable. Y seguidora. No se desespera ni ahí en dar en adopción un bicho sino se siente totalmente segura de que va a estar bien. Como que en estos momentos el torbellino se parara de inmediato para darle un momento de total tranquilidad y mente fría para tomar su decisión. Pero es eficiente, sus tránsitos en casa siempre son cortos y siempre consigue hogares hermosos. Eso me ayuda a no sufrir tanto el desprendimiento y a ayudar a más perritos.

Por ahí me la critican a Silvina. Es porque es una "picuda". Y sonaste si le caiste mal. Y sonaste si hiciste o dijiste algo que ella no considera correcto. La señora se lanza a la pileta sin ver si hay o no agua. Y se armó el tole tole. Arranca con las mayúsculas y no la para nadie. Es cien por ciento "políticamente incorrecta".

Fotito para Sonia
Todo se acepta. Pero nadie puede negar el trabajo maravilloso que hace Silvina y su PPL Perritos. Se ha castrado áreas enteras para controlar la población, ha conseguido cientos de hogares para sus rescatados, es curiosa y eso le permite aprender día a día sobre el tema. Es generosa para compartir sus conocimientos. Y cuando la ves interactuar con cada bicho que se le cruza, percibís la ternura y el amor que trae en su vientre el torbellino. 

Y no te importa que sea políticamente incorrecta. Hasta te gusta. Porque ella se deja ver, porque es fácil divisar el fondo, entonces ya no te importa la forma. Sentís que ayudando a Silvina, hacés algo muy valioso. Y no te equivocás. Aunque irrumpa en tu vida con voz dulce diciendo: "Soniaaa...¿a qué no sabés que te tengooo? Y ya sepas que se van los tiempos de aguas mansas.

Prenderte o no a esa energía loca, depende de vos. Yo si estoy en forma, ahí nomás me prendo. Y sí. Por ahí , como buena vieja sabia, le digo que no sea tan picuda. Ella me sonríe calladita. Y yo sonrío también.

Es que sé que no hay con qué darle a esta protectora políticamente incorrecta.




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